Hasta antes del 13 de diciembre del 2017, el conocimiento sobre la forma en cómo operaban las redes de corrupción en Honduras era ciertamente desconocido. Aunque en el país, en décadas atrás, ya habían trascendido escándalos provocados por la corrupción, fue hasta que el binomio conformado por la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), y la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC), hizo público Red de Diputados, el primer caso de corrupción que interpuso ante el Sistema Judicial hondureño (contra varios diputados del Congreso Nacional), que la población comenzó a conocer el funcionamiento de estructuras criminales que tenían y continúan teniendo como soporte el andamiaje de corrupción que han construido, en especial, quienes ostentan cargos públicos en la institucionalidad del Estado de Honduras.